Corvinas negras en General Lavalle

Corvinas negras en General Lavalle

Fecha: 12-11-11 Lugar: General Lavalle

Desde comienzos de Octubre, este apacible lugar se vio alborotado por pescadores quienes detrás de las primeras noticias del ingreso de corvinas negras, desfilaban con sus autos llenas de cañas en sus portacañas rumbo hacia la costanera.

Es sabido que en determinados años cuando se dan ciertas condiciones climáticas, las corvinas ingresan en las rías que son cangrejales para procurar su alimentación antes de continuar su migración hacia el sur. No todas las temporadas ingresan masivamente, para que se produzca este hecho deben coincidir con una primavera poco lluviosa que no entregue agua dulce sobre las rías, con vientos predominantes del sector Norte y temperatura elevada. Y este año, parece que todo coincidió

Las corvinas negras es una especia migratoria cuyo nombre científico es Pogonias cromis, su nombre en ingles es Black Drum y creo que está muy bien puesto pues quiere decir Tambor Negro en honor al ruido producido con sus agallas.

Fuimos de la partida vamos amigos de Mar del Tuyú, Claudio y su primo, Diego, Julio y su hijo en 2 camionetas cargamos los equipos de pesca, luces, generadores eléctricos, cajas de pesca, posa cañas, sillas, una carpa, etc, toda una mudanza pues en lugar donde se practica la pesca es totalmente inhóspito y hay que llevarse de todo ya que la pesca se practicar durante las horas nocturnas.

Desde el paredón del puerto, abordamos el trucker gentilmente prestado por Juan otro amigo de los pagos del Tuyu. Timoneados por el patrón Claudio, navegamos varios kilómetros por la ría, nuestro timonel conoce este intrincado de arroyos como la palma de su mano pues los recorre desde los 10 años. Desembarcamos en una de las pocas barrancas que no solo nos mantiene elevados, sino que también posee un arroyo en su ingreso lo que garantiza gran cantidad de cangrejos en su barroso fondo.

Mientras bajábamos los pertrechos y armábamos las cañas, el hijo de Julio comenzó la tarea de recolección de carnada que es totalmente gratuita y muy abundante, simplemente ato una tanza a un trozo de grasa y sumergiéndola en la orilla por unos minutos, la recuperaba llena de cangrejos que con sus pinzas se sujetan al alimento, luego los colocaba en un balde.

Existen diversas formas de encarnar, con cangrejos enteros y vivos rodeándolos con banditas elásticas (no es muy bueno cuando hay que lanzar lejos), con daditos de cangrejos sin patas ni tenazas y la última y más efectiva: con cangrejo pelado, se le sacan las pinzas, las patas y la caparazón superior, pasando hasta 5 o 6 cangrejos por un anzuelo 5/0 y atando bien fuerte con hilo elástica para que soporte el lanzamiento.

Estos gigantes son asustadizos, por eso los mejores momentos de pesca son en creciente durante las horas nocturnas y arrojando los aparejos bien lejos, fuera de los ruidos. Estos trofeos no se regalan y se mueven en zonas de difícil acceso e inhóspitos, lo que exigen al pescador a embarrarse y armase de mucha paciencia pues pueden pasar largas horas sin un pique y aún más como en nuestro caso no logramos la captura de ninguna corvina, además aquí las fichas están puestas en la captura de negras, no pudiéndose pescar otras cosa más que alguna borriqueta perita.

Sin embargo, el primer pique se dio baja condiciones desfavorables, casi al final de la bajante la caña de Diego comenzó a sacar nylon constantemente y nos alertamos por el sonido de la chicharra, su pescador debió batallar durante 20 minutos para acercarla a la orilla pero como estábamos en bajante se quedo casi sin agua a unos 15 metros desde nuestra posición. Tuvimos que bajar con botas y haciendo equilibrio en el deslizante y espeso barro, nos acercamos a la orilla donde pudimos acercarla hasta la orilla desde la brazolada del anzuelo. Un hermosos ejemplar de 8 kilos nos regalo un concierto de ronquidos al momento de tomar la fotografía.

Se hizo la noche y cuando la marea empezó a inflar la ría en su milenaria costumbre, renovamos nuestras carnadas con la esperanzas intactas. Al ir mermando el viento pudimos escuchar los tambores lo que llamamos música para nuestros oídos pescadores.

Sin embargo, no están comiendo bien, Claudio tuvo una par de piques manifestados con apenas un aflojón de nylon que no quedaron clavados. Lo mismo me ocurrió a mí y al revisar las carnadas, venían los anzuelos limpios.

Y la segunda captura fue para el mismo pescador, Diego se acercó a su caña y observó el nylon totalmente aflojado, recogió varios metros y al lograr tensar del otro lado del sedal la respuesta fue increíble, comenzó a sacar nylon fuertemente y constante lo que nos hacía dudar acerca de si el reel tendría suficiente reserva de sedal. Con la caña completamente arqueada, la tensión del nylon en los pasa hilos sumado al viento producían un silbido típico como cuando tenemos un enganche. La pesada corvina buscaba ganar el centro del canal y su pescador procuraba todo lo contrario. La batalla se libró por más de 30 minutos y ya con marea alta se nos facilitó acercarla hasta la orilla. Este trofeo peso 16,200 kilos y la alegría en el equipo era inmensa.

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Semejante captura nos renovó la ilusión a todos, nuevamente encarnamos los anzuelos y lanzamos fuertemente hacia el centro del canal.

Paso una hora sin noticias, hasta que Claudio le advirtió a su primo: ¡ mira tu caña como aflojo el nylon!, hizo lo mismo que el pique anterior: la corvina tomo la carnada y se vino para la costa. Inmediatamente recuperó varios metros y al clavar firmemente la respuesta fue brutal con una corrida paralela a la costa espectacular. Al estar pescando con un carrete de casting lo obligo varias veces a tener que corregir la regulación de la estrella para no cortar y a su vez ofrecerle la mayor resistencia posible. Esta era la primera vez que este pescador se encontraba con rival de estos y lo dejó extenuado al termino de cansarle los brazos por tanta fuerza. Este último trofeo alcanzó los 12 kilos.

Luego de este pique, la bajante comenzó nuevamente a llevarse las agua y a las 5 de la mañana decidimos dar por finalizada la jornada de pesca prometiendo hacer otros intento pronto.

La naturaleza se acuerda de Lavalle cada tanto y nos regala la posibilidad de dar con estos gigantes a tiro de caña en lo que yo denomino la mejor pesca que cualquier pescador de mar pueda realizar.

Le deseo mucha suerte para que usted también pueda dar con estos colosos de General Lavalle.

Equipos de pesca:

Cañas de lance de acción Numero 8 de 3,50 a 4 metros de largo. Reeles del tipo escualo con su carrete original con 400 metros de nylon de 0,35 mm de diámetro y una salida de 20 metros de 0,60 milímetros para traccionar en los últimos metros. Plomos del tipo satélite de 150 1 200 gramos. Anzuelos corvineros MUSTAD entre 5/0 y 8/0. Carnadas: cangrejos pelados atados con hilo elástico. Lleve todo lo necesario para pasar 12 horas durante la noche y una buena iluminación.