Nos propusimos traerles para este número, una nota diferente ya sea por la especie como así también por el ámbito.
Fuimos entonces detrás de las siempre mañeras y astutas lisas.
Teníamos la posibilidad de relevar un ámbito rendidor como lo es el Pesquero Arroupe en el río Salado, pero decidimos hacer unos kilómetros más hasta el 280 de la ruta Nº 11, pues se trata de un pesquero casi desconocido y con muy buenas chances para intentar con las ojonas o batarazas como cariñosamente las llamamos los pescadores.
Este arroyo forma parte de la laguna El Chancho ubicada detrás del Puente Mal Abrigo que desemboca en el Canal 2, en su trayecto hacia su desembocadura, cruza la Estancia El Palenque y muere en una represa que se utiliza para contener el agua dulce. Del otro lado del embalse se encuentra el canal Aspiroz en honor al campo donde hace muchos años funcionaba un almacén de campo, este era también un importante pesquero de lisas canaleras que ingresaban con la marea, pero desde el año pasado y a raíz de un accidente, se restringió el acceso.
Nos queda entonces, intentar con las lisas de la laguna que se acarduman en la compuerta, sin poder acceder a la misma pues es privado y solo se permite llegar hasta un alambrado.
Por ello, resulta importante concurrir temprano pues a medida que pasa el día se van apostando los pescadores en los mejores lugares.
Viajamos desde Mar del Tuyú junto a mi amigo de aventuras Claudio Loza Pino (el mismo que me ayudo en la nota de Corvinas Negras en Lavalle), quien tenía el dato que en ese lugar ya estaban picando las lisas.
Al llegar nos dimos que cuenta que la carnada que habíamos llevado (lombrices) no era la apropiada pues los dientudos no nos dejaban pesca.
Ni corto ni perezoso, Claudio exclamó: ¡ Ya vuelvo, me voy hasta una carnicería en Lavalle a buscar corazón vacuno y peceto ¡.
A su regreso, buscamos en nuestro bolso de pesca el colorante rojo de repostería y cortamos la carnada en trozos tiñéndola con el tinte hasta logar un color rojo furioso.
Ahora sí con la carnada ideal recuperamos los parejos y encarnamos nuevamente arrojando hacia la costa opuesta.
Difíciles como siempre
Las lisas dejaron de pasar curiosamente cerca para esta vez comenzar a picar con el clásico martilleo en la boya. A veces el pique se manifiesta también con un bulo cerca de las boyas.
Hay que tener nervios de acero para no tentarse con la clavada, porque varias veces se ve el surco que dejan las lisas pasando cerca del aparejo.
Había mucha actividad en superficie, pero siguen siendo lisas y costaba lograr capturas, con pequeños movimientos de caña tratamos de incitarlas a que tomen los cebos cuando las veíamos cerca del aparejo.
Se pesca con la línea anclada, y esto se logra con la boya puntero del tipo mandale que permite enrollar unos metros de tanza y luego se le coloca un plomo de 40 gramos. Durante el lance, el nylon se desenrolla cae el plomo más adelante reteniendo todo el conjunto.
Empleamos boyas del tipo yo-yo blancas o amarillas aunque en colores uno nunca sabe, hay que proveerse de varios colores y ver cual funciona mejor.
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Los pescadores que lanzaban hacia la compuerta tenían mejores respuestas y funcionó mejor aquellos que usaron la línea del tipo chiripá que es una línea aérea con una boya al comienzo del tipo yo-yo grande de 18 milímetros, continúa una línea clásica de fondo de 3 anzuelos con brazoladas cortas de no mas de 20 centímetros y finaliza en la boya mandale. La ventaja de este aparejo es que se lo puede arrojar más lejos y sabemos que las desconfiadas lisas buscan lugares con poco ruido alejados de los pescadores, pero esto implica tener que pescar al tacto pues los anzuelos no poseen boyas y aunque las tuvieran se pesca tan lejos que casi no se verían. |
Con este aparejo hubo aficionados que dieron con más cantidad de pique y con lisas de excelente porte.
Pescadores fanáticos
Los pescadores de lisas, somos muy porfiados y persistentes pues estamos acostumbrados al fracaso, sin embargo, día a día esta pesca va ganando más adeptos ya que se mejoraron las técnicas de pesca y además los pescadores van comunicándose los espectacular que es esta pesca pues esta especie ofrece una pelea descomunal haciendo rugir las estrellas de los reeles.
Al que le gusta esta pesca se torna fanático, como los pescadores que encontramos el lugar quienes venían desde Mar del Plata o como los seguidores de la localidad de Dolores quienes las siguen a todas partes.
Acostumbraos al calor y a los tábanos, a estos pescadores no les importa nada con tal de combatir con una de las pescas más difíciles pero a su vez gratificante.
Los días más convenientes para intentar su pesca, son aquellos con poco viento, calor y baja presión atmosférica, siendo los momentos previos a una tormenta cuando más se activan. |
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Vaya provisto de sombrero o gorra con protector de nuca, mucho líquido y protector solar, conviniendo untarlo al comienzo de la carnada y luego lavando las manos para no pasarlo a la carnada.
Y sobre todas las cosas vaya con mucha paciencia y con nervios de acero, pues seguramente las va a ver jugar con las boyas, saltar y mostrarse con corridas.
Dicen los fanáticos de esta pesca que con solo verlas ya están conformes.
Ojala que puede dar sus primeros pasos en esta fascinante pesca.

Buena Suerte !!!.
EQUIPOS: cañas telescópicas de 4 a 4,50 metros de longitud. Reeles frontales cargados con multifilamento de 0,16 milímetros. Aparejos de 3 boyas yo-yo de 12 a 15 mm en colores blancos, amarillos o rojos o aparejos del tipo chiripa, ambos deben trabajar anclados o retenidos con la boya puntero del tipo mandale. Brazoladas cortas de 10 a 25 cms. Carnadas: corazón vacuno, peceto teñidos con colorante rojo de repostería o lombrices roja pequeñas encarnadas en ramillete de 4 o 5 por anzuelo.