Deseosos de ver flotar nuevamente las boyas en el Río de la Plata, programamos una visita a Berisso para el sábado 12 de abril, partiendo a las 8 de la mañana desde Marina del Sur junto Rubén y José Gómez, el avezado pescador Daniel Villaro. Y los guías Fabián Calderón y Sebastián Ronin, claves con su experiencia a la hora de surcar las aguas del estuario rioplatense que no solo nos está brindando pejerreyes, sino que muchos siguen disfrutando de la pesca de boga en los malecones.
La salida no era la ideal, el clima no acompañaba ya que el viento se presentaba de direcciones variables, con nubarrones constantes y lluvias intermitentes. Además, la carnada no era la mejor, pues los mojarreros aún no disponen de buena calidad ni cantidad. Así que ingresamos al río con porciones de pequeñas mojarras que nos obligaban a poner 3 a 4 por anzuelo, suplementando los cebos con carnadas de la pasada temporada que estaban muy bien preservadas.
Como esperábamos, el río en su ancho caudal presentaba el color marrón característico de esta época, turbio por el sedimento. Seguramente con las primeras heladas se aclararán sus aguas. Tras el trámite en Prefectura, cruzamos los malecones y navegamos hacia el sur de Berisso, hasta la zona de Palo Blanco. A unos 1.500 m de la costa iniciamos la pesca al garete. Fabián colocó dos anclas de capa y dos botellones de cebo para crear una efectiva línea de atracción para los peces. Los primeros piques se registraron en la proa, con buenos matungos propios del comienzo de la temporada, a profundidades de entre 15 y 30 cm. Aunque había variada, no era tan abundante como en otras ocasiones. Capturamos algunos bagres blancos y un doradillo, este último con mucha suerte, ya que el anzuelo se enganchó en el borde de su poderosa mandíbula. Tras extraer el anzuelo cuidadosamente, lo devolvimos al río para que crezca.
Nos sorprendió la mayor cantidad de piques en boyas tipo palito, inicialmente verdes y blancas. Sin embargo, el brillo del sol nos obligó a optar por colores más oscuros para mejorar la visibilidad. Utilizamos también del formato chupetonas, efectivas como las palito con bigotera (brazolada con anzuelo), donde pudimos emplear varias mojarritas como carnada, rematadas con filete de dientudo. Hay que destacar que la corriente y la calma del viento concentraron los peces en la proa, donde se registraron la mayoría de las capturas. Allí, los hermanos Gómez destacaron con sus excelentes cañas, obtuvieron numerosas piezas de pejerrey de alrededor de 35 cm; hermosos ejemplares que auguran una excelente temporada 2025.
Las flechas de plata ya navegan las aguas de Berisso. Con la llegada del frío se espera una mayor actividad, para alegría de sus numerosos aficionados. ¡Preparen las cañas y las boyas! Los mejores ejemplares esperan ser capturados.